Darío Fernández Madrigal mantiene vivo el cine analógico

Autor: Daniela Ángel Madrid
06 de Junio de 2016
PERIÓDICO EL MUNDO

En contienda con los formatos digitales, Fernández Madrigal hace reconocer en el cine proyectado en pantalla gigante una forma de vida que ya se aleja.


Darío Fernández dedicó su vida al archivo histórico de cine
que conserva en su taller.
Darío Fernández Madrigal es uno de los más importantes ingenieros de la cinematografía fundacional colombiana, reconocido como miembro activo en 1972 por la “Sociedad de Ingenieros de la Imagen en Movimiento y la Televisión” de los Estados Unidos o Society of Motion Picture and Televisión Engineers (Smpte).

Alumno y compañero de labores de Guillermo Isaza, pionero e inventor del “séptimo arte” en Colombia, Fernández Madrigal ha dedicado, en las dos últimas décadas, gran parte de su actividad a preservar con las uñas en su viejo taller del barrio La América un patrimonio fílmico, el cual observa con tristeza cada vez más corroído por el “síndrome del vinagre”, una enfermedad que pudre las películas y que si bien puede prevenirse no se puede detener después de que comienza a devorarse las mismas.

Paralelo al anterior esfuerzo, su lucha ha sido la de hacer reconocer a las nuevas generaciones la importancia de la cinematografía analógica en medio de un agresivo boom de lo digital, cuyas tecnologías se han creído con el derecho a sacar el cine de las antiguas salas y encarcelarlo, por medio del video, en la intimidad de los cuartos privados y los ambientes propios de la virtualidad.

El cine de Fernández Madrigal, según sus propias palabras, es el “fotoquímico”, el cual avivó“el interés del público cuando se acercaba a un teatro a ver una película y esperaba ansiosamente a que se apagara la luz”.

“Ese misterio que encerraba ese apagar de la luz y esa expectación de la gente para que empezaran las imágenes a discurrir en esa pantalla… era una cosa maravillosa”, recordó con nostalgia el aludido ingeniero.

Lo que no es un misterio para este ingeniero del cine fotoquímico, es que el cine, desde finales del XIX hasta los ochenta del siglo pasado, fue, a su vez, el encuentro romántico de personas bien trajeadas que salían de sus hogares a entretenerse y conocerse face to face, teniendo como testigo la gran pantalla, la cual convocó y entusiasmó a diversas comunidades en todo el mundo.

Según Fernández Madrigal, el cine actual reduce su espacio social a la casa y afirma que “uno no encuentra ese misterio, esa cosa bonita…”, porque se “está frente a un computador o una pantalla de televisión, aburrido ahí”, en tanto “no es el espectáculo que nosotros veíamos antes”.

Arnulfo Correa Sevillano, director con Darío Fernández Madrigal del documental “Bahía Solano, esperanza del Chocó” (1981), afirma que“este es el único sobreviviente de una generación de hombres ingeniosos de la industria cinematográfica colombiana”.

En la dirección anterior, Raúl de J. Roldán Álvarez, licenciado en Educación de la Universidad de Antioquia y amigo de Fernández Madrigal, expresa que “él es un titán que no sólo desarrolló su inventiva al lado de su mentor, Guillermo Isaza, un grande del cine en Colombia, sino que rescató buena parte de la obra de este, la cual el Gobierno no se ha preocupado en reconocer y apoyar como patrimonio fílmico de la nación”.

Dirección de Documentales para cine, entre otras:

- Día uno.1974 – Cortometraje 35mm a color de 9 min de duración. Dirección: Darío Fernández Madrigal. 

- Bahía Solano, esperanza del Chocó. 1981 – Cortometraje 35 mm a color de 9 min de duración. Dirección: Arnulfo Correa Sevillano y Darío Fernández Madrigal. Guion: Arnulfo Correa Sevillano. 

Algunas colaboraciones técnicas en ingeniería y procesos técnicos, entre otras:

- Milagro de una Civilización: Guatavita. 1971 – Cortometraje 35 mm a color de 10 min de duración. Dirección: Hernando González. Laboratorio: Darío Fernández (jefe de laboratorio).

- La Patria Boba. 1974 – Cortometraje 35 mm a color de 18 min de duración. Dirección - Montaje: Luis Alfredo Sánchez. Laboratorio: Darío Fernández Madrigal. Productor: Bolivariana Films. 

- Guayasamín. 1984 – Cortometraje 35 mm a color 8 min de duración. Dirección - Guion - Musicalización: Carlos Eduardo Uribe. Fotografía - Cámara: Darío Fernández Madrigal. Productor: Condorcine. 

- Archipélago de San Bernardo.1985 - Cortometraje 35 mm a color 11 min de duración. Dirección - Guion - Jefe de producción: Hernán Salazar. Cámara: Darío Fernández Madrigal. Productor: Condorcine S.A.

- Medellín, la Bella Villa.1987 – Cortometraje 35 mm a color 10 min de duración. Dirección: Umberto Coral. Fotografía - Cámara: Darío Fernández Madrigal. Productor: Luna Films.


Referencia:
Ángel, D. (28 de Junio de 2016). Darío Fernández Madrigal mantiene vivo el cine analógico. Periódico El Mundo. Obtenido de http://historico.elmundo.com/portal/cultura/cultural/dario_fernandez_madrigal_mantiene_vivo_el_cine_analogico.php#.W1eAt8hKjIV

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