Apollo XI y la conquista de la Luna

 Apollo XI and the conquest of the Moon

Autor: Daniela Ángel Madrid

20 de Julio de 2016


Al cumplirse los 47 años de la llegada del hombre a la Luna, la información obtenida a través de la misión Apolo XI sigue siendo histórica y fundamental para la ciencia astronómica actual.


Nasa/Caminata de Edwin Aldrin luego del alunizaje en 1969.

Tras cuatro días de viaje, la misión espacial Apolo XI llegó el 20 de julio de 1969 a la superficie de la Luna, convirtiéndose así en la primera misión tripulada en llegar al espacio exterior hace 47 años.


El Apolo XI fue impulsado por un cohete Saturno V desde la plataforma LC 39A y lanzado el 16 de julio desde el Cabo Kennedy, en Florida (Estados Unidos). Oficialmente se conoció a la misión como AS-506, según la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) o National Aeronautics and Space Administration.


El legado de Apollo XI


En su llegada a la Luna, la misión Apolo XI tomó muestras de materiales diversos para efectuarse, posteriormente, un estudio geológico: “La misión aportó el conocimiento que actualmente se tiene sobre la formación de la Luna”, señaló el director de la Fundación Grupo de Astronomía Apolo de Barranquilla, Jorge Salazar.


380 kilogramos de roca lunar fueron necesarios para generar la teoría sobre este satélite natural. “Hoy sabemos que la Luna tardó sólo un mes para formarse, debido a que se recolectaron directamente las rocas lunares en la misión”, destacó Salazar y detalló que el hecho de que un cuerpo celeste tarde sólo cerca de 40 días para su estructuración “es todo lo contrario a lo que la lógica indicaría, debido a que todas las formaciones geológicas tardan en el proceso miles de millones de años. La luna rompió esos paradigmas”.


Después de esta misión se conoció que “la Luna fue parte de la Tierra, pero un planeta más o menos del tamaño de Marte rozó con el planeta terrestre y los fragmentos que se esparcieron por el espacio se fueron acercando unos a otros acrecentándose, formando la Luna”, explicó el director.


Asimismo, la misión permitió conocer que, cada año, la Luna se aleja 3 centímetros de la Tierra.  Esta información fue gracias a un elemento que se puso sobre la Luna, un espejo, “al cual desde la Tierra se apunta con un láser para medir su distancia”.


Finalmente, en el “afán” por conquistar la Luna y encontrar una herramienta precisa para las actividades de recolección de datos en la exploración espacial, la misión “dejó una cantidad de tecnología residual, que es utilizada cotidianamente en algunos casos específicos, como, por ejemplo, el taladro eléctrico sin cables”, concluyó Salazar.


La conquista geopolítica


La misión Apolo XI se desarrolló dentro de un contexto geopolítico generado por lo que se conoció como la Guerra Fría: “Fue un conflicto de intereses políticos más que de intereses científicos”, destacó Jorge Salazar. La Unión Soviética y Estados Unidos eran las dos súper potencias de las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado que invirtieron todo “para competir por quién llegara primero a la luna”. Sin embargo, los científicos afirman que, en definitiva, la información que se recogió ha sido histórica para contribuir a los conocimientos sobre el universo.


Referencias

Ángel Madrid, Daniela. (20 de Julio de 2016). Apollo XI y la conquista de la Luna. Periódico El Mundo. Obtenido de https://historico.elmundo.com/portal/vida/ciencia/apollo_xi_y_la_conquista_de_la_luna.php#.YSLAsI5KjIV


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